DERMATOLOGÍA: Fibromas o acrocordones

Los fibromas o acrocordones son pequeños bultitos, en ocasiones alargados, blandos, marrones o de color de piel normal que aparecen frecuentemente en zonas de roce como el cuello, las axilas o las ingles.
En ocasiones pueden hacerse bastante grandes (hasta de centímetros) pero esto es bastante raro. Normalmente no dan síntomas, aunque pueden molestar un poco al engancharse con el cuello de la camisa o alguna joya. 

Los fibromas son extremadamente frecuentes, casi las mitad de las personas tiene alguno (49%), por lo que pueden considerarse casi “piel sana”. 

Los fibromas o acrocordones no son un tipo de verruga, por tanto no se contagian. Es frecuente pensar que el rozar uno, o el sangrado puntual puedan provocar aparición de más fibromas alrededor, pero esto no es así. Los fibromas que nos aparecen, salen independientemente de los que haya a su alrededor o de lo que hayamos hecho nosotros.

Sin embargo, sí pueden ser más frecuentes en algunos casos concretos:

Personas mayores: cuanto mayores seamos, más probabilidades de que nos vayan saliendo fibromas. Seis de cada 10 personas a los 70 años los tienen.

  • Personas obesas o con sobrepeso
  • Personas con diabetes tipo 2.
  • Personas en cuya familia haya más gente con numerosos fibromas.

Los fibromas pueden confundirse con otras lesiones parecidas de la piel como las verrugas víricas, los nevus intradérmicos (un tipo de lunar), los neurofibromas o carcinomas basocelulares. Para diferenciarlos no hace falta ningún análisis específico; los dermatólogos  los podemos diagnosticar con una simple exploración.

Los fibromas o acrocordones son lesiones benignas, que no tienen ningún riesgo ni complicación. En cualquier caso, en algunos casos puede desearse su extirpación ya sea por fines estéticos o porque den alguna molestia.
Todos los procedimientos para ello son muy sencillos:
  • Crioterapia: consiste en “congelar” con nitrógeno líquido los fibromas. Es un tratamiento ligeramente molesto. Los fibromas se desprenden a lo largo de los días o semanas siguientes.

  • Electrocirugía: utilizando un bisturí eléctrico, pueden cortarse y quemarse los fibromas en el instante. Habitualmente se pone anestesia local previamente. Ésta se inyecta en la piel, pinchando con una agujita muy fina, aunque puede causar ligeras molestias.
  • Cirugía: los fibromas de mayor tamaño, suele haber que extirparlos con unas tijeras o un bisturí. En algunos casos se deben dar algunos puntos. Para este procedimiento también es necesaria la anestesia local.
Es importante insistir en que los fibromas o acrocordones, no son lo mismo que las verrugas, y por tanto los productos “antiverrugas” que se pueden encontrar en las farmacias no son útiles para tratarlos. En general, lo mejor es consultar con un dermatólogo para que revise la lesión e informe del tratamiento más adecuado en cada caso.


A diferencia de las verrugas, una vez eliminados, es muy raro que reaparezcan. Si surge un nuevo fibroma en la zona, es más probable que sea uno “nuevo”, que la reaparición del mismo.

¡Consulta con los especialistas!

Dr. José Adán Cabrera Sánchez 
Dirección: Clínica médica Sentirte Bien, semáforos de la Óptica Nicaragüense, 1c. Al oeste, 1c. Al norte. Bolonia.
Teléfonos: 2250-0613 / 7873-5307 / 7775-1444

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